lunes, 3 de septiembre de 2012

A Trading Plan

De la misma forma que nadie se embarcaría en un nuevo proyecto empresarial sin diseñar anticipadamente un cuidadoso plan de negocio, resultará muy difícil alcanzar una operativa de trading rentable, si no se elabora con anticipación un plan de actuación que permita reaccionar de forma rápida ante las distintas oportunidades que plantea el mercado. En primer lugar hay que diseñar un Trading Plan, que defina y marque de forma global los parámetros y límites de la actividad de trading. En este documento, deberá quedar perfectamente delimitado cual será el Capital en Riesgo, como aquella cantidad de dinero que el trader pueda perder sin que afecte radicalmente a su nivel de vida, y que a su vez determinará otros dos importantes factores del Trading Plan: La cantidad de Capital en Riesgo determinará por un lado los tipos de activos y por otro marcará las expectativas de rentabilidad. La mayoría de los traders indica que una expectativa razonablemente realista de rentabilidad promedio del capital en riesgo, se sitúa entorno al 40%, por lo que no es recomendable dedicarse full time a esta actividad, a menos que se disponga del capital mínimo suficiente para poder vivir de la misma. Finalmente, el Trading Plan Director deberá contemplar cual va a ser la Estrategia de Trading, los medios materiales a utilizar y su costo, la metodología de Trading y el tiempo a dedicar a esta actividad, siendo siempre recomendable solaparla durante un periodo de prueba prudencial (de 6 a 12 meses) con la actividad laboral habitual, antes de dar el paso definitivo de la dedicación full-time. Una vez determinado las pautas generales de actuación en li operativa de trading, hay que diseñar un Trading Plan particular para cada una de las operaciones. La primera función del Trading Plan, es conceder las señales para el inicio de los Trades. El Day Trader dispone a diario de multitud de operaciones posibles, siendo una de sus misiones seleccionar aquellas que le ofrecen unas mayores probabilidades de éxito. Por tanto, detallará en el Trading Plan, los motivos para el inicio de la operación, requiriendo la confirmación de volumen del mercado, imponiendo las restricciones de un cociente rentabilidad / riesgo superior a 1,5 veces, y una pérdida máxima en la operación inferior al 2% del capital en riesgo, para la operativa fuera del espacio intradiario. La segunda parte del Trading Plan, se centrará en el control del riesgo. Una vez tomada una posición en mercado los escenarios posibles se reducen a tres: evolución a favor, evolución en contra o lateralidad. Pues bien, el Trading Plan deberá considerar estos escenarios, detallando las pautas de actuación para cada una de ellos, detallando una estrategia de entrada, una estrategia de salida en stop-loss, y una estrategia de realización parcial y total de beneficios de la posición. Una de las principales bases que justifican la actividad de trading la constituye el comportamiento tendencial del mercado, lo que a su vez determina dos de las más importantes reglas de esta operativa: dejar correr las ganancias y limitar las pérdidas. Por tanto el Trading Plan deberá recoger estos conceptos, por lo que se fijará un único nivel de stop-loss y dos niveles de objetivos. Finalmente, el Trading Plan deberá recoger un espacio reservado para la evaluación y conclusiones obtenidas en la operación. Cada operación de trading enseña algo nuevo al propio trader. Analizando los errores cometidos, y llevando un registro ordenado de cada una de nuestras operaciones, se podrá tipificar aquellos errores a los que el trader es más vulnerable, para focalizar la atención sobre los mismos con el objetivo de erradicarlos de la operativa.

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